in Cuadernos de Historia
Aproximación a la historia de los judíos de Nancy (Francia) después de la ocupación alemana, 1940-1944
Resumen:
El objeto de este trabajo es hacer una aproximación a las comunidades judías de Nancy después de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, a través de un cuestionario muy interesante hallado en los archivos del Centro de Documentación Judía Contemporánea de París, que nos ha permitido reconstruir la historia de los judíos de Nancy, deteniéndonos principalmente en la evolución de la población judía, el número de arrestados y deportados y los daños causados en los edificios religiosos, entre otras cosas, lo que ha supuesto todo un acontecimiento al sacar a la luz una información inédita muy valiosa, habida cuenta de la casi inexistencia de estudios sobre los judíos de Nancy, ni siquiera en relación con los judíos de Francia en general.
Introducción
Al empezar la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia por parte de Alemania el 1 de septiembre de 1939, Francia e Inglaterra, aliadas de Polonia, declaraban la guerra a Alemania y ésta respondía con la ocupación de Francia en junio de 1940. Un mes después, los franceses se rendían y firmaban un armisticio. De esta forma, el país se dividió en dos partes, el norte de Francia, incluyendo París, fue la zona ocupada, quedando bajo el control de las fuerzas alemanas, mientras que en el sur, la zona no ocupada, el general Philippe Pétain, héroe de la Primera Guerra Mundial, estableció un nuevo gobierno en la ciudad de Vichy que colaboraría con los alemanes 1 . Pero el general Charles De Gaulle, que se oponía a que este gobierno colaborara con los nazis, se refugió en Gran Bretaña, desde donde dirigió a un grupo de franceses exiliados para conseguir liberar a Francia de la tiranía de los alemanes y del gobierno colaboracionista de Vichy, el cual creó la Milicia con el apoyo de las autoridades alemanas para perseguir a los judíos 2 .
Finalmente, los aliados desembarcaron en Normandía el 6 de junio de 1944 y liberaban a Francia dos meses después. El general De Gaulle entraba victorioso en el país y los dirigentes del gobierno de Vichy huían.
Según Avni 3 , en 1940 habrían estado viviendo en Francia aproximadamente 35.000 judíos. Con la ocupación, muchos de ellos habían huido de la persecución nazi. Como ya se ha dicho, los alemanes invadieron Francia en junio de 1940, ocupando la capital. Durante las primeras semanas, las autoridades alemanas se mostraron tolerantes hacia los judíos franceses, aunque esto duraría poco tiempo. También los judíos sefardíes, de momento, estuvieron exentos de cualquier medida 4 . El 27 de septiembre de 1940 los alemanes promulgaban la primera Ordenanza en la zona ocupada, según la cual todos los judíos deberían inscribirse en una Prefectura de policía para que se estampara en sus documentos la palabra judío. No conforme con esto, el gobierno de Vichy emitió el 3 de octubre de 1940 el Estatuto de los Judíos, por el que los judíos se distinguían del resto de la población 5 . El Estatuto reconocía como judíos a todos los que tuvieran al menos tres abuelos pertenecientes al pueblo judío. A partir de dicho Estatuto, les fue prohibido acceder a las administraciones públicas, ser médicos o trabajar en actividades artísticas como prensa, teatro y cine. A los que tuviesen negocios se les obligaba a colocar en el escaparate un letrero amarillo que rezase Entreprise Juive (Empresa Judía).
Todos los asuntos entre judíos y franceses se harían a través del Consistorio de París que dirigía el judío Isaie Schwarz 6 . Poco después, el 18 de octubre, se publicaba la segunda Ordenanza que afectaba a las empresas judías, y así, sucesivamente, ordenanza tras ordenanza, se iría discriminando a los judíos hasta la deportación y la solución final 7 .
Historia de los judíos de Nancy
Nos hubiera gustado hacer una introducción sobre cómo vivieron las comunidades judías de Nancy durante la ocupación alemana, pero, desgraciadamente, no nos ha sido posible habida cuenta de que no hemos encontrado información al respecto, solamente la contenida en el cuestionario, base fundamental del presente trabajo.
Según el cuestionario hallado 8 , al comenzar la guerra, el 1 de septiembre de 1939, en Nancy había unos 3.800 judíos repartidos en dos comunidades bien diferenciadas, la comunidad compuesta por judíos casi exclusivamente franceses y una comunidad mucho más grande de origen extranjero residente en Nancy, la mayor parte de nacionalidad polaca y rusa. En la primera comunidad había alrededor de 1.200 personas; la comunidad polaca contaba con 2.500 9 . Es decir, un total de 3.700 judíos, pero que si se tienen en cuenta a las personas que no pertenecían a ninguna comunidad y que eran poco numerosas, cerca de un centenar, ya suman los 3.800. Esta cifra forma parte de los 35.000 judíos que había en Francia en 1940, según Avni 10 . En este cómputo podemos decir que los judíos sefardíes eran alrededor de 3.000, de ellos 2.000 estaban inscritos en el consulado de España en París y otros 1.000 en los distintos consulados de la zona de Vichy 11 .
Con la entrada de los alemanes en Francia en junio de 1940, muchos judíos habían salido de Nancy, también lo hicieron del resto del país dirigiéndose, una mayoría de ellos, hacia España 12 . Como ya se ha dicho, el 27 de septiembre de 1940, las autoridades alemanas aprobaron la primera ordenanza que obligaba a los judíos a inscribirse en una Prefectura. En ese momento, el número de judíos de Nancy censados era de 2.625, lo que nos hace suponer que más de 1.000 habían huido de la ciudad, y que más lo seguirían haciendo.
A partir del 21 de octubre de 1940, la Feldkommandantur, agrupación del Estado Mayor alemán, ordenaba al Prefecto que se pusiera en los carnés de identidad de los judíos la mención “judío o judía” con sello rojo. Sería a partir de esta medida, cuando podemos decir que salió de Nancy el mayor número de judíos. Prueba de ello es que, cuando se publicó la ordenanza del 8 de mayo de 1942 que obligaba a los judíos a llevar la estrella amarilla 13 , en Nancy solo se distribuyeron 974 insignias, lo cual quiere decir que en ese momento la población judía era de 974 personas. A ello habría contribuido también, quizá, el altavoz que los alemanes habían instalado en un punto central de la ciudad y que durante todo el día vertía injurias sobre los judíos acusándoles de ser los instigadores de la guerra.
judías. Sin embargo, llama la atención sorprendentemente cómo a primeros de septiembre de 1945, una vez terminado el conflicto, el número de judíos de Nancy asciende a 1.280, de los cuales, 600 eran judíos franceses, y 680, de origen extranjero, fundamentalmente polacos, lo cual pone de manifiesto que casi un tercio regresó, salvándose de la opresión nazi, habida cuenta de que pudieron salir a tiempo de la zona ocupada.
Judíos prisioneros de guerra, alistados en las fuerzas francesas y muertos durante la ocupación
A pesar de la búsqueda, ha resultado muy difícil conocer el número de judíos prisioneros de guerra dada la escasez de información hallada sobre ello en el mencionado cuestionario, únicamente se podría decir de forma aproximada que hubo alrededor de unos 50 prisioneros.
Por otro lado, no se ha encontrado ninguna documentación en la Prefectura de Nancy que pueda decir los judíos que se alistaron en el ejército; sin embargo, en la comunidad judía polaca de Nancy hubo 68 voluntarios en el ejército, que en las Fuerzas Francesas del Interior se alistaron 105, y que parecía ser que muchos judíos de Nancy habían cumplido servicio, tanto de oficiales como de simples soldados, en el ejército de África, pero, desgraciadamente, no se disponía de cifras precisas en ese momento; no ocurre lo mismo sobre los muertos, pues hubo dos en cautividad, una madre y su hija, tres caídos en la resistencia (maquis) y dos que perecieron en la liberación de Francia 16 . Ahora bien, estas cifras no solo se refieren a la ciudad de Nancy, sino a diversas regiones de la zona no ocupada, donde los judíos de Nancy se habían refugiado.
Número de judíos deportados de Nancy
Además de los arrestos individuales hechos por la Gestapo, también hubo en Nancy varias redadas de judíos de origen extranjero: el 19 de julio y el 9 de octubre de 1942 y el 23 de febrero de 1943. Hay que señalar que en París las redadas empezaron antes: entre el 20 y el 25 de agosto de 1941 se produjo la segunda redada y fueron detenidos 5.784 judíos varones de 18 a 50 años 17 , entre los que había 14 judíos sefarditas que fueron liberados por el Cónsul General de España en París, Bernardo Rolland, el 3 de abril de 1942 18 . Si bien, la redada del Velódromo de Invierno del 16 al 17 de julio de 1942 está considerada como la más importante realizada en Francia contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial 19 .
En cuanto a Nancy, hay que decir que si en la primera redada de 19 de julio de 1942 había una lista de 350 personas para detener, cuando se presentó la Gestapo acompañada de la policía y de los gendarmes no pudieron encontrar nada más que a 32 judíos, ya que fueron muchos los que habían abandonado la ciudad y otros habían sido prevenidos, bien por policías y gendarmes o por otras vías. El hecho es que entre las tres redadas que hubo, como ya se ha dicho anteriormente, fueron arrestados en Nancy un total de 130 judíos de origen extranjero, aunque según la comunidad judía polaca fueron 550 (460 judíos y 90 políticos). El excedente de 130 ha sido tomado en las diversas regiones de la zona libre.
Mención especial requiere la gran redada de 2 de marzo de 1944 en Nancy, en el curso de la cual fueron arrestados aproximadamente 230 judíos de origen francés. Por ello, si se tienen en cuenta a los judíos franceses precedentemente arrestados, el número de judíos galos deportados fue de 252 aproximadamente. La Gestapo había dejado en Nancy una cuarentena de personas enfermas o impotentes, pero que fueron detenidas posteriormente el 13 de julio de 1944 y transferidas al Centro de detención de Écrouves 20 , de donde serían liberadas a principios de septiembre por las tropas americanas.
En la citada redada del 2 de marzo, no podemos pasar por alto, por el significado que tuvo, la actuación del rabino Paul Haguenauer 21 , Gran Rabino de Nancy desde 1919, que desde el armisticio de 22 de junio de 1940 que ponía fin a las hostilidades entre los representantes del Tercer Reich alemán y los del gobierno francés del General Pétain en el contexto de la guerra, indiferente al peligro que podía correr por su muy delicada salud, por la fatiga y las privaciones, estaba realizando verdaderos esfuerzos ante las autoridades locales, tanto para socorrer a los judíos refugiados de Alsacia y Lorena, como a los de Nancy, siempre que iban a pedir su ayuda, arriesgando en ocasiones su vida. A decir verdad, muchas personalidades de Nancy le habían advertido del peligro que corría, pues desde hacía tiempo estaba siendo vigilado por la Gestapo, por lo que le habían aconsejado abandonar la ciudad, pero siempre se negó a ello. Es más, en muchas ocasiones había dicho: “Yo permaneceré en Nancy mientras haya un judío en Nancy” 22 .
Sirva de ejemplo lo que ocurrió un mes antes de la redada de 2 de marzo de 1944, cuando la Gestapo fue a casa de un funcionario de la sinagoga para detenerlo, conocedora de que éste había guardado una parte de sus muebles en casa de un amigo. Dicho funcionario logró escapar mientras interrogaban a su mujer, pero la policía, al darse cuenta, decidió detener a la mujer en lugar de a su marido.
El Gran Rabino, que vivía en el mismo inmueble, habiendo oído gritos se dirigió al apartamento donde se desarrollaba la escena y tras una conversación con la Gestapo la mujer fue puesta en libertad provisionalmente. Ocho horas después, cuando parecía que se había resuelto el caso, el Gran Rabino recibió la visita de un oficial de la Gestapo, informándole que si el funcionario huido no se presentaba, tomarían a 30 rehenes en la comunidad. El Gran Rabino habló durante bastante tiempo con el oficial, tratando de hacerle ver la injusticia de semejante medida, habida cuenta de que la comunidad no era responsable de la huida del israelita y, de momento, no hubo respuesta a la amenaza; sin embargo, tres semanas más tarde se producía la ya citada redada del 2 de marzo, aunque, según se dijo, no existía relación entre este incidente y la redada, puesto que, por la misma fecha, hubo operaciones idénticas en otras comunidades de la región del Este de Francia, si bien, parece ser que el rabino y su esposa fueron arrestados por la Gestapo el 3 de marzo de 1944, detenidos en Écrouves y conducidos al campo de Drancy desde donde fueron deportados a Auschwitz en abril de 1944, siendo asesinados poco después.
En definitiva, para conocer el número de judíos detenidos y deportados de Nancy, como primero fueron internados en Écrouves, un documento elaborado por el director del Centro, aunque no da cifras ni nombres de personas ni del lugar de origen, sí señala que en Écrouves, durante la ocupación alemana, estuvieron 701 hombres, 873 mujeres y 304 niños.
Se trataba, sin ninguna duda, de judíos arrestados en Meurthe-et-Moselle, en La Meuse y en Les Vosges.
También en la primera redada de judíos extranjeros (19 de julio de 1942), la Gestapo, a petición de la comunidad, había colocado en el asilo de ancianos de la calle de Villers, bajo la vigilancia de los alemanes, a una treintena de niños separados de sus padres. Poco tiempo después fueron deportados, excepto tres o cuatro niños que pudieron ser puestos a salvo por familias católicas 23 .
Actitud de la policía y de las autoridades
Las redadas de judíos de origen extranjero habían sido llevadas a cabo por la Gestapo acompañada de policías y gendarmes franceses. En general, la actitud de las autoridades administrativas y policíacas fue más bien pasiva. Algunos gendarmes y policías previnieron de la operación que se preparaba a ciertas familias judías que ellos conocían. Como era de suponer, la noticia corrió como un reguero de pólvora de familia en familia, lo que explica que en la redada del 9 de julio de 1942 los alemanes no encontraron nada más que a treinta y dos judíos de una lista de 350 nombres.
Caso distinto fue la del 2 de marzo de 1944, hecha por la Gestapo también, sin que los alemanes hubieran prevenido a la policía, de la que, por cierto, desconfiaban y con razón, de ahí que el número de detenidos fuera de más de 230 judíos.
Es por ello que no podemos dejar pasar por alto la actuación de algunos miembros de dicha policía, como la del Sr. Marie, Secretario de policía y Jefe del servicio de extranjeros, o la de Edouard Vigneron 24 , igualmente Secretario de policía antes que Marie y Jefe del servicio de extranjeros también. Este último hacía carnés de identidad falsos para los judíos, pero fue descubierto, revocado de sus funciones y condenado a tres meses de prisión. Sin la intervención de altos funcionarios de policía que le ayudaron hubiese sido deportado.
No menos importante fue el Sr. François Pinot, Inspector Subjefe, que en la primera redada había prevenido a muchos judíos. Cuestión distinta es el caso del Sr. Schmidt, Prefecto de Meurthe-et-Moselle, que aparentemente pasaba por un colaborador, sin embargo, en 1942, al mismo tiempo que habían detenido a judíos extranjeros también detuvieron a judíos franceses, por lo que por este motivo Schmidt dirigió una carta de protesta al Jefe de la Sicherheitspolizei 25 25 y expuso también el asunto al Jefe del gobierno, Ministro y Secretario de Estado, si bien, la Sicherheitspolizei no hizo nada ante esta protesta. Schmidt también intervino dos o tres veces en favor de ciertos judíos franceses que habían sido arrestados, pero sin éxito 26 .
Daños causados en los edificios de culto
Al igual que ocurriera en otras partes, apenas unos días después de la llegada de los alemanes a Nancy (1940), éstos tomaron posesión de la sinagoga, en la que hicieron un centro de aprovisionamiento –a partir de ese momento, los oficios religiosos se celebraban en el Oratorio–. Además, las autoridades alemanas dieron un plazo de 24 horas para poner el templo a su disposición. El Gran Rabino, Paul Haguenahuer, aprovechó este corto período de tiempo para pedir permiso a los dirigentes del Museo Lorrain 27 y de los archivos departamentales para ver si ellos querían guardar en sus locales los objetos más preciados de culto. La respuesta fue positiva y se añadió una sección judía en dicho museo. La sección contenía numerosos objetos de plata de gran valor utilizados en las ceremonias religiosas. La Torá fue colocada en los archivos departamentales, a los que le pusieron el sello “Arch. Dép.” para indicar que ellos eran los propietarios.
El Ayuntamiento, por su parte, autorizó al Gran Rabino a depositar los bancos de la Sinagoga en un local del cementerio del Sur. La falta de transportes y el corto período de tiempo (24 horas) que le habían concedido al Gran Rabino no le permitieron ni transportar todo ni poner en lugar seguro la Torá que muchas de las comunidades judías del Este de Francia le habían confiado a la comunidad de Nancy en el momento de la debacle.
Los daños causados en las instalaciones de la sinagoga por los alemanes durante los cuatro años de ocupación fueron considerables. Los grandes órganos habían quedado totalmente inutilizables. Al igual que las magníficas lámparas del templo, la Menorah (candelabro de siete brazos) había sido robada, así como los bajorrelieves; las vidrieras, rotas, y la mayor parte de los bancos que quedaron habían sido deteriorados, muchos fueron quemados y otros habían desaparecido. Por supuesto, todos los libros religiosos que los fieles dejaron en sus cajones habían sido destrozados o robados. La Torá confiada por las comunidades judías de los alrededores de Nancy había sido vendida por alemanes a un marchante de trapos, en cuya casa la encontraron después de la liberación en un lamentable estado. La comunidad la había rescatado, pero estaba muy mal, y según las estimaciones hechas por especialistas en la materia, serían necesarios, al menos, tres millones de francos para que el templo recuperase el estado de antes de la guerra.
En cuanto a la casa de oraciones de la comunidad polaca, todo lo que allí se encontraba había sido robado por los alemanes. Desde entonces, los oficios se hacían en un pequeño pabellón de la calle del Puente.
Respecto a la casa de refugio judío en la Plaza de Villers, en el momento de la declaración de la guerra, los internos de ese establecimiento fueron evacuados. La comunidad alojó alrededor de 120 refugiados o expulsados de Alsacia y de Lorena. Después de la redada del 2 de marzo de 1944, las autoridades alemanas se apoderaron del inmueble y arrojaron por la ventana todos los muebles y las ropas.
Los mismos alemanes restauraron el edificio para hacer allí un hospital, pero la liberación de Nancy les impidió ejecutar su proyecto. Desde ese instante, el edificio fue ocupado por las autoridades militares francesas (servicio de Sanidad) y posteriormente fue puesto de nuevo al servicio de la comunidad judía 28 .
Unión General de Israelitas de Francia (U.G.I.F.)
El 29 de noviembre de 1941, Xavier Vallat creó la Unión General de Israelitas Franceses, según lo exigido por el representante de Adolf Eichmann en Francia, Theodor Dannecker 29 .
El representante de la U.G.I.F. en Nancy era Gustavo Nordon. Las relaciones de los ocupantes con él fueron correctas, sin más. En ocasiones, Nordon obtuvo el apoyo de dichos ocupantes cuando se trataba de gestiones de poca importancia, como, por ejemplo, la autorización concedida a una joven de Lúneville 30 para dirigirse diariamente a Nancy y poder continuar allí sus estudios. También estaba muy bien considerado por las autoridades francesas.
La conducta de Nordon durante aquellos trágicos años no fue menos importante que la del Gran Rabino Paul Haguenauer, con quien colaboró de lleno y en plena comunión de ideas. Nordon también se sacrificó deliberadamente por la causa de sus correligionarios. Desde antes de la fundación de la U.G.I.F., instituyó, con la ayuda de su abnegada compañera Berta Nordon y la Sta. Zivy, un servicio de solidaridad. Cuando se creó la U.G.I.F., Nordon fue nombrado delegado regional de dicho organismo; hizo numerosas colectas entre los judíos de Nancy para que permanecieran en su lugar o pasaran a la zona libre. También ayudó a los judíos de Nancy privados de todos sus recursos a causa de las leyes de Vichy, así como a los refugiados de Alsacia y de Lorena 31 .
Todas las semanas, Nordon iba al Centro de detención de Écrouves, donde había numerosos judíos del Este en trámites de ser deportados. Les llevaba paquetes de ropa, víveres, mermeladas y otros dulces. Para ello contó siempre con la ayuda de la Sra. Mathieu, una de las dirigentes de la Cruz Roja que hizo todo lo que humanamente le fue posible para procurarle comida destinada a los internados. El papel de la Sra. Mathieu, sin embargo, fue considerado de forma diversa, porque, al parecer, ella frecuentaba muchos lugares reaccionarios y muy afines a la política de colaboración.
Gustavo Nordon era admirablemente secundado en su tarea por un católico, el Sr. Courtaud, jefe de su casa de comercio. Para él fue un colaborador en todo momento. Nordon tuvo, en numerosas ocasiones, justificaciones para explicar a los alemanes sus viajes y supo salir bien parado siempre. Finalmente, en 1943 se le prohibió viajar en automóvil y fue Courtaud quien le reemplazó. Tanto Courtaud como Nordon se llevaron centenares de cartas de los detenidos dirigidas por los internados a sus familias y que ellos hacían llegar a sus destinos. Pudieron llevar las misivas sin que pasaran por la censura gracias a la complicidad del director del campo, el Sr. Cropsal, antiguo lugarteniente de gendarmería. Éste había sido detenido y estaba preso acusado de malversaciones cometidas a costa de los internados.
El 3 de marzo de 1944, Nordon y su mujer fueron detenidos a la vez que otros judíos de Nancy. Él y el Gran Rabino fueron arrestados los primeros a las 5 de la mañana. A pesar de las numerosas advertencias, Nordon no había querido nunca abandonar a sus correligionarios, pues consideraba que su misión era protegerles. El Sr. Chavarot, Secretario General de la Prefectura y, bajo la ocupación, Jefe de gabinete del Prefecto regional, al parecer, le había prevenido por teléfono la víspera de la redada de que ésta era inminente. Courtaud, por su parte, quien se había enterado de lo que se preparaba por el médico de la prisión, había ofrecido a Nordon alojarse en su casa; pero no lo hizo. Rehusó abandonar su domicilio. Chavarot fue siempre un simpatizante de los judíos y, según se dijo, habría podido, con la complicidad del director del campo de detención y del médico del hospital de Toul 32 , hospitalizar en dichos establecimientos durante unas semanas a ciertos israelitas, entre otros a el Sr. Schwab, antiguo alcalde de Épinal 33 , de más de 80 años de edad, y haber podido así librarlos de la deportación. Nordon también ayudó a numerosos judíos a pasar la línea de demarcación, proporcionándoles falsas cartas de identidad 34 .
Campos de concentración a los que fueron enviados los judíos de Nancy
Todos o casi todos los judíos fueron conducidos al Centro de detención de Écrouves 35 , desde donde, al cabo de cierto tiempo, fueron transferidos al Campo de detención de Drancy 36 , y desde allí, a Alemania. No se ha conocido jamás el lugar de destino de ninguno de ellos. Es preciso señalar que a finales de julio de 1942, en el Centro de Écrouves se había instalado una sección especial para mujeres, previas instrucciones dadas por el alto cargo alemán al Prefecto de Meurthe-et-Moselle.
Se tiene constancia de que regresaron veinticinco judíos de todos los que fueron deportados (250 franceses), de los cuales veintidós eran de la comunidad polaca y tres, de la francesa 37 .
Conclusiones
Según Willard 38 , los judíos de Nancy no tuvieron que sufrir malos tratos de parte de la Milicia, dado que la Milicia no entró en acción hasta junio de 1944 y, en ese momento, según dicho autor, había muy pocos judíos en la ciudad (aunque no aporta cifras), aparte de que, como ya se ha dicho, no se detuvo al número de judíos reales que vivían en Nancy durante las redadas llevadas a cabo, habida cuenta de que la mayoría de ellos había huido a la zona no ocupada, por su cuenta o porque fueron avisados los días anteriores. Se sabe que algunos policías colaboraron con los judíos, sin olvidar el papel desempeñado por el Gran Rabino en favor de sus correligionarios. Todo ello explica cómo al comienzo de la guerra, en septiembre de 1939, había 3.800 judíos en Nancy, en 1943 quedaban aproximadamente 357 y, en 1945, al finalizar la contienda, el número de judíos ascendía a 1.280, aunque no ocurriría lo mismo con los judíos deportados de Nancy, pues regresó menos de un tercio. En cuanto a los daños causados a los edificios religiosos durante la ocupación, el saqueo, la profanación y la destrucción estuvieron a la orden del día.
En definitiva, podemos concluir que el cuestionario hallado con la información contenida nos ha permitido reconstruir de forma aproximada parte de la historia de las comunidades judías de Nancy durante la ocupación alemana, contribuyendo por ello al progreso del conocimiento de las mismas, dada la escasez de estudios al respecto, al menos hasta donde sabemos, dejando la puerta abierta a nuevas investigaciones.
Fuentes inéditas
WillArd,ArtHUr, “Communauté de Nancy”, Archivo Centro Documentación Judía Contemporánea, París, C.D.J.C., XX-13, 1946.
Resumen:
Introducción
Historia de los judíos de Nancy
Judíos prisioneros de guerra, alistados en las fuerzas francesas y muertos durante la ocupación
Número de judíos deportados de Nancy
Actitud de la policía y de las autoridades
Daños causados en los edificios de culto
Unión General de Israelitas de Francia (U.G.I.F.)
Campos de concentración a los que fueron enviados los judíos de Nancy
Conclusiones