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in Comunicación y Medios
Escraches en redes feministas universitarias: una estrategia contra la violencia de género hacia las mujeres
Resumen:
El presente trabajo se inscribe en la línea de Feminismos en las redes sociales. El objetivo es estudiar el desarrollo y configuración del escrache, como una estrategia feminista para enfrentar la violencia de género hacia las mujeres. Para ello se retoma a la organización la Red No Están Solas (REDNES), quien ha llevado a cabo este tipo de acciones de manera recurrente a lo largo de su trayectoria política feminista en la universidad. Dicha agrupación se caracteriza por su forma de movilización y de organización en el espacio público físico y digital. Por ello utilizo una metodología que analiza los datos digitales de la fanpage de la REDNES, la cual se articula con entrevistas semiestructuradas a las integrantes de la organización, con el fin de dar cuenta de su acción colectiva híbrida.
1. Introducción
En México, el 24 de abril de 2016, cientos de mujeres de diferentes estados del país se manifestaron en contra de la violencia hacia las mujeres en la llamada Movilización Nacional Contra las Violencias Machistas o la Primavera Violeta ( Motte, 2016 ; Soria, 2016 ). Esta acción fue detonada por una serie de testimonios de mujeres sobre su primera experiencia de acoso sexual; dichas narraciones inundaron las redes sociales ( Mujeres sin Violencia, 2016 ). Las narrativas avivaron la propuesta de realizar una marcha, que meses atrás se había comentado en Facebook ( Ruiz-Navarro, 2016 ).
Si bien, esta marcha buscaba denunciar la alarmante situación de violencia de género, también mostró los rostros de cientos de mujeres, que, desde diferentes ámbitos, realizan acciones cotidianas y colectivas para enfrentar este problema. Entonces, la movilización no era unísona, sino dinámica, diversa y continúa, donde confluían diferentes colectividades e individualidades de la Ciudad de México y Área Metropolitana.
La multiformidad de estos movimientos, así como la situación constante de violencia de género en las universidades conforman el fenómeno de movilización como objeto de investigación. En este acercamiento existe una amplia red de acciones para observar -marchas, performances, campañas digitales y los escraches- las cuales son una estrategia diferente de protesta y se enfocan en denunciar agresores sexuales de mujeres en el espacio público. Para observar de cerca los escraches, exploré una organización feminista que realiza estas protestas pues al ser una unidad delimitada, su estudio ofrece claves para conocer el cómo y el porqué de estas movilizaciones.
A partir de ello, seleccioné a la agrupación de la REDNES por ser una organización con una trayectoria política amplia, de ocho años. La segunda razón es porque su primer acto de protesta fue un escrache; los cuales ha seguido realizando a lo largo de su trayectoria en una comunidad específica: la UNAM. La tercera razón es porque estos escraches se presentan simultáneamente en el espacio físico y digital (Barreto & Flores, 2016), lo cual constituye un elemento innovador por el carácter híbrido de la protesta.
Con base en lo anterior, en el primer apartado presento el marco teórico de esta investigación que, de manera general, da cuenta de la perspectiva teórica para estudiar la acción colectiva de una organización del movimiento feminista. En el segundo apartado, el aparato metodológico se divide en la estrategia digital y etnográfica, las cuales tienen el objetivo de acceder a los espacios físicos y de internet de la REDNES. En el tercer apartado exploro, con base en el análisis digital y de los testimonios de integrantes de esta colectiva, las características de la organización; así como los motivos que dan cabida a los escraches y la manera en que estos se desarrollan. Para finalizar presento las conclusiones de esta investigación con la intención de ofrecer algunas pautas para la investigación de los escraches feministas.
2. Marco Teórico
Propongo estudiar a la Red No Están Solas desde la perspectiva de los movimientos sociales (MS), particularmente de los nuevos movimientos sociales; dado que los Movimientos Feministas son fenómenos contemporáneos, que articulan acciones colectivas, elementos de estructura, significados, motivaciones y actores colectivos muy diversos. Lo anterior requiere de una visión teórica constructivista para analizar estos elementos como productos sociales diferenciados (Melucci, 1999), que generan experiencias y significados particulares para las personas participantes y los públicos. En este punto quiero subrayar que los Movimientos Feministas contra la Violencia hacia las Mujeres (MFVM) en Latinoamérica han cambiado la manera en que la sociedad percibe a la violencia, ya no como un hecho privado sino un problema social ( De Miguel, 2003 ).
2.1. La acción colectiva en los movimientos sociales
Melucci (1999) señala que la acción colectiva no es una preestructura o un hecho ya dado; más bien es un producto social, que surge de la organización de individuos con objetivos comunes, y se construye con base en relaciones afectivas y cognoscitivas. Entonces, la acción colectiva es “el resultado de intenciones, recursos y límites, con una orientación construida por medio de relaciones sociales dentro de un sistema de oportunidades y restricciones” (1999, pp. 42–43).
Por su parte, los MS son sistemas de acción colectiva compuestos por tres dimensiones, las cuales son: 1) Solidaridad, la habilidad de los actores sociales para reconocerse con otros en un mismo sistema de relaciones; 2) Conflicto, que se presenta cuando los actores compiten en el sistema por los recursos de un espacio; 3) Trasgresión de los límites del sistema, el comportamiento que irrumpe el sistema de relaciones sociales (Melucci, 1999).
Conviene enfatizar que los MS se conforman por redes de actores colectivos (Melucci, 1999), siendo uno de estos las organizaciones de los movimientos sociales (Zald & Ash, 1966). Dichas organizaciones son grupos sociales definidos con un desarrollo particular, una estructura interna y objetivos específicos que son fruto de las presiones internas y externas a estos. Los objetivos de las Organizaciones de los Movimientos Sociales (OMS) están encaminados a cambiar la sociedad; más que a proporcionar bienes o servicio, como sucede con las Organizaciones Civiles (Zald & Ash, 1966). Si bien estas organizaciones son semejantes, ya que no buscan el poder político. También son diferentes porque las OMS son autónomas, no reciben financiamiento público, ni privado ( Cadena-Roa, 2016 ).
En esta narrativa teórica, ubico a la REDNES como un actor colectivo que integra a los movimientos feministas y se desarrolla en un campo particular de oportunidades y restricciones: la lucha contra la violencia de género hacia las mujeres en las universidades. La organización ha tenido mayor participación en la UNAM y su trabajo se ha enfocado en atender a mujeres denunciantes de violencia de género.
Cabe mencionar que la REDNES ha desarrollado diferentes acciones de protesta a lo largo de su trayectoria política, desde 2011. Sin embargo, su participación es intermitente, pues hubo años donde no realizó acciones, como en el 2012 donde la colectiva estuvo inactiva. Este carácter discontinúo es una de las características identitarias de la colectiva. Entendiendo por identidad un proceso, en el cual los actores entretejen tres elementos que son: 1) construcción de estructuras cognoscitivas, que permiten a los actores conocer los costos y beneficios de su acción; 2) la interacción entre los actores para comunicarse, negociar y tomar decisiones; 3) el reconocimiento emocional colectivo, que se gesta por la interacción de los actores (Melucci, 1999).
Retomando el carácter intermitente de la REDNES, Melucci (1999) explica que los movimientos funcionan en dos polos donde hay intervalos de participación con acciones visibles, por ejemplo, cuando hay mítines y presencia mediática. También existen otros momentos donde las acciones son más veladas y ocurren en espacios íntimos, a esto se le conocer como: redes sumergidas.
A partir de los argumentos de Melucci (1999) es posible comprender las claves sobre los procesos de mantenimiento, desarrollo y construcción de la acción colectiva de la REDNES. Dado que su forma de organización es muy particular, pues sus intervalos de participación, en ocasiones, son muy visibles y en otros momentos más velados. Además, porque la manera en que actúan y se organizan es en el espacio físico y digital, esto representa una dimensión híbrida sobre el espacio y la participación política ( Rueda, 2012 ).
2.2. La movilización feminista en internet
Puente, Vázquez y Fernández (2016) señalan que las feministas realizan activismo en el espacio físico de calle, pero también en internet. Esta nueva generación de activistas considera a las redes sociales como un elemento de gran relevancia para enfrentar la violencia contra las mujeres, a través de estas se genera y difunde información, la cual permite la reflexión y sensibilización sobre este problema. Así, la comunicación en internet permite el cambio de significados y experiencias sobre la violencia de género hacia las mujeres, visibilizando esta situación y abriendo un camino para la movilización ( Clark, 2016 ; Linder, Myers, Riggle & Lacy, 2016).
Para tratar la acción colectiva en el espacio digital hay que incorporar la perspectiva de los movimientos sociales en red (MSR) y de la tecnopolítica, ya que responden a los procesos actuales de movilización. Castells (2012) explica los movimientos de la era digital emergieron y se propagaron por cientos de individuos conectados en internet para deliberar y coordinar acciones colectivas. En el caso de los movimientos feministas contra la violencia hacia las mujeres, las redes además de conectar a las víctimas favorecen su curación, pues en estos espacios se hablan de las violencias experimentadas lo que genera empatía y apoyo mutuo entre las personas afectadas (Linder et al., 2016 ).
Castells (2012), señala que los MSR se enfocan en los cambios culturales, más que en tomar el poder, como anteriormente sucedía con los movimientos tradicionales. A pesar de esta diferencia, ambos tipos de movimientos desconfían de los medios de comunicación, los partidos políticos, las instituciones del Estado, en sí de toda figura de autoridad. Esta situación se puede advertir en los movimientos feministas, los cuales están apostando por construir sus propios contenidos y significados (Puente et al., 2016 ), realizando acciones que cuestionan a las instituciones por revictimizar a las mujeres que atraviesan procesos de violencia de género (Barreto & Flores, 2016; Linder et al., 2016).
De acuerdo con Castells (2012), los MSR convierten la comunicación en red en un elemento de participación e incidencia política. Esto posiciona a los movimientos como un contrapoder para los sistemas institucionales. Acorde con esto, Toret (2013 ) señala que la acción colectiva, a través de los medios digitales, vincula social y digitalmente a organizaciones, canales y personas; gestionando lenguajes, emociones, saberes y capacidades alternativas a los medios institucionales. A esta capacidad el autor lo denomina como tecnopolítica o acción colectiva en red. Toret (2013 ) sugiere que la acción colectiva en red sucede en todo momento, pues se pueden amplificar y reactivar periódicamente, es decir, es posible experimentarlas más de una vez (pre-vivirlas y post-vivirlas). Además, los actores involucrados participan e inciden realizando diferentes acciones como: difusión de información, trasmisión de contenidos, construcción de estrategias políticas, gestión de movilizaciones y suma de solidaridades.
Entonces, la tecnopolítica es un proceso de auto-organización que se fundamenta en el “uso táctico y estratégico de las herramientas digitales de identidades colectivas online para la organización comunicación y acción colectiva” ( Toret, 2013 , p. 41). Cabe mencionar que es posible de graficar todo el proceso, lo cual se explora en el apartado 3.1 de este trabajo. Por todo ello, el estudio de la organización implica un abordaje transdisciplinario, que articule diferentes elementos teóricos para examinar las acciones de la REDNES como: significados, irrupción del espacio físico/digital, entre otras variables.
Bajo esta perspectiva, se exploran los intervalos temporales de mayor visibilidad de la REDNES, sobre todo, sus protestas, ya que se articulan en torno a los escraches. El uso de los escraches resulta un elemento muy novedoso en las movilizaciones mexicanas en general, así como en los movimientos feministas, dado que los escraches están interpelando a la sociedad sobre la violencia de género.
2. 3. Repertorios de movilización
Melucci (1999) explica que existen acciones de protesta muy diversas y particulares en los MS. Al respecto, Tarrow (2012) señala que los repertorios de protesta desafían a la autoridad, alterando el orden público e irrumpiendo la cotidianidad. De ahí que, los repertorios se caractericen por su carácter desafiante, incierto y solidario. Asimismo, el autor menciona que, el carácter disruptivo es una fuente de innovación y creatividad, lo cual es la base de los movimientos. Debido a que obliga a la sociedad y a las élites a hacer caso a sus demandas.
Cabe mencionar que la irrupción de la cotidianidad afirma la identidad y refuerza los vínculos de las personas participantes, es decir, se genera solidaridad. No obstante, esta fuente de innovación se agota con facilidad, degenerando en la rutina o violencia, por lo cual los movimientos buscan constantemente nuevos repertorios de protesta. De ahí que se generen nuevos repertorios o se adopten estos a nuevos escenarios (Tarrow, 2012), como ha sucedido con los escraches.
2.4. El escrache
El escrache es un elemento, que debe pensarse como parte de los repertorios de protesta que ha utilizado la REDNES, siendo de todos el más destacable, detonador e innovador. Sobre el escrache existe poca literatura en México, lo cual probablemente se debe a que es una forma de manifestación poco usual en nuestro país, pero muy recurrente en el Cono Sur ( Bravo, 2010 ).
El escrache es una palabra de origen lunfardo, jerga popular de Buenos Aires, Argentina, que fue retomada en la década de 1990 por la organización argentina Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS) para referir al señalamiento o denuncia de personas implicadas en la violación de los derechos humanos durante la dictadura militar; principalmente por aquellos que participaron en la represión y desaparición de miles de civiles ( Bravo, 2010 ). Entonces el escrache es un repertorio de protesta utilizado para denunciar a sujetos particulares, generalmente está acompañado de otros repertorios, por ejemplo: marchas, mítines, entre otros. Sin embargo, lo que caracteriza al escrache es que busca denunciar socialmente a personas que hayan ejercido algún tipo de violencia contra otras y otros. En este sentido, el escrache tiene implicaciones políticas y sociales, pero sobre todo individuales ( Bravo, 2010 ; Cominiello, 2004 ).
Si bien el escrache ha sido considerado como un linchamiento social o acto de terrorismo, el cual se realiza por el enardecimiento social y a través de una postura victimista (Lamas, 2018), es necesario abordar esta temática. En primer lugar, los linchamientos -al igual que los escraches- son acciones colectivas, que se desprenden de la lentitud o ineficacia de los procesos judiciales para garantizar la justicia y la seguridad. Sin embargo, el escrache es una acción colectiva antisistémica y no un acto de violencia punitiva como es el linchamiento, el cual busca dañar físicamente o causar la muerte de la persona para la resolución de conflictos ( Fuentes, 2004 ; Vilas, 2005 ). En segundo, lugar el escrache no deviene de una postura victimista sino de víctimas, quienes han denunciado jurídicamente actos de violencia de género, presentando diversas pruebas, como peritajes psicológicos y médicos de violencia física, sexual, psicológica, entre otras situaciones (Barreto & Flores, 2016).
3. Marco Metodológico
Para conocer las acciones colectivas implementadas en los MFVM, realicé un estudio de caso, con el objetivo de comprender las dinámicas particulares sobre el escrache en el contexto de estas movilizaciones. Por ello, esta estrategia de investigación se centra en las experiencias de las integrantes de la Red sobre la acción colectiva en red. Se emplean dos estrategias metodológicas, por una parte, se analizan los vínculos de la REDNES con otras colectividades en el espacio digital para su acción colectiva. Y, por otra parte, se estudian las experiencias de participación entre las integrantes y otras organizaciones en los espacios físicos y digitales.
3.1. Estrategia en medios digitales
La Red No Están Solas es una organización de carácter híbrido, pues posee una participación de comunidades, colectivos y personas en el espacio físico y digital ( Rueda, 2012 ). Sus principales redes son Facebook, Twitter, YouTube y Change.org. Siendo Facebook la plataforma que más han utilizado en su acción colectiva, por ello se analizan los contenidos digitales de esta red social.
El estudio digital extrae los datos digitales de la fanpage de la REDNES el 15 de abril 2017 con el apoyo de la aplicación de Facebook: Netvizz. El programa es de uso libre y solo puede utilizarse con fines académicos. La información que ofrece versa sobre las geografías; los nodos o puntos de conexión; así como las variables postdemográficas, que son los gustos y/o preferencias de los usuarios. Estos datos permiten comprender el tipo de interacción de la fanpage REDNES con otras páginas, que a su vez son colectividades o nodos; también conocer el giro y la actividad de las páginas; su ubicación e influencia mediática.
Cabe mencionar que los datos obtenidos a través de Netvizz, deben tratarse con prudencia, pues existen ciertas limitaciones. Para utilizar este software se requiere una cuenta en Facebook —esto es muy significativo—, pues de acuerdo al perfil del usuario se podrán extraer y visualizar los contenidos, por ejemplo: la configuración de privacidad del perfil permitirá que se puedan visualizar los datos, es decir, si el usuario tiene bloqueados ciertos contenidos estos no los extraerá el programa ( Bernhard, 2013 ).
Otro elemento para reflexionar es que la información arrojada por Netvizz corresponde únicamente al momento en el cual se extrae, es una especie de fotografía digital. Finalmente, se deben considerar las políticas de privacidad de Facebook, pues estas limitan la información que se puede extraer. Solo se permite conocer la relación y el comportamiento de la página en relación con otras páginas y grupos, lo cual deja de lado la interacción de la fanpage con los usuarios, tal como ocurre en Twitter donde es posible conocer la identidad e influencia de estos.
Después de la extracción de datos, se utilizó el software de acceso abierto: Gephi. Este programa grafica los datos extraídos, detectando los núcleos, los actores centrales y los periféricos, la influencia entre estos, así como los flujos de conexión. Lo anterior se realiza, a través de las medidas postdemográficas, que son: Fan count, Post activity, Talking about count, Users can post y el Grado.
3.2. Estrategia etnográfica
Para conocer los significados y las experiencias sobre las acciones colectivas de la REDNES, se utilizan algunas técnicas etnográficas. Primero realicé un mapeo, a partir de la observación participante, para identificar los espacios físicos y digitales de organización y protesta en contra de la violencia hacia las mujeres en la UNAM, identificando rasgos, como: actores sociales, contexto de movilización y acciones implementadas.
Luego de identificar los rasgos de la movilización en la Universidad, presento las acciones particulares de la REDNES, lo cual permite acceder al campo organizacional de esta colectiva y asistir a algunas reuniones presenciales con sus integrantes. Cabe mencionar que en este trabajo se entrevistaron a siete mujeres universitarias, siendo, dos profesoras universitarias, dos egresadas y tres estudiantes de posgrado. También se caracterizaron por su área de conocimiento una de Ciencias físico-matemáticas e ingenierías, una de Humanidades y cinco de Ciencias Sociales.
Con la aprobación de la REDNES, se planteó una estructura de muestreo y entrevista a las integrantes, de acuerdo con alguno de los siguientes criterios de selección: 1) participación en escrache; 2) colaboración en tareas organizativas o 3) pertenencia al grupo fundador. A partir de estos elementos fue posible analizar los rasgos característicos de la organización. Para explorar las diferentes experiencias y significados de la acción colectiva analicé los siguientes aspectos por medio de entrevistas semiestructuras a denunciantes y acompañantes: configuración de la organización, los escraches y los vínculos de la colectiva. Cabe mencionar que el nombre de las entrevistadas fue cambiado por cuestiones de seguridad para la organización.
4. Análisis de resultados
En este apartado se da cuenta de manera sincrética de los procesos de acción colectiva de la REDNES articulando la estrategia digital y la etnográfica, no solo porque esta organización lleva a cabo sus acciones en ambas esferas; más bien porque al integrar ambas formas de participación es posible dar cuenta de la particularidad en su acción colectiva, la cual se va tejiendo entre ambos espacios.
4.1. Aproximación a la Red No Están Solas
La REDNES es una organización de los MFVM. Esta colectiva articula a una red de actores colectivos para apoyar a mujeres denunciantes en los espacios universitarios, lo cual se expresa en el siguiente testimonio:
...somos una red ya de colectivas, de mujeres y también somos una red de soporte para quienes queremos acompañar… (Luz María, acompañante)
Entonces, la REDNES es una organización que articula vínculos interorganizacionales y ofrece apoyo intraorganizacional a denunciantes. Este soporte se construye desde una perspectiva más colectiva, lo cual se da cuenta a continuación:
...no, no es una A.C. que te acoge y lleva tu caso. Es el dar este acompañamiento, pues de todas somos iguales, todas hemos sido víctimas de alguna manera ¿no? Todas hemos ido sobreviviendo (Luz María, acompañante).
Este relato es fundamental para entender tanto la identidad de la REDNES como su forma de acción, pues da cuenta qué es una organización de mujeres víctimas de violencia de género. En cuanto a su forma de acción, la colectiva apuesta por la horizontalidad, su objetivo no es la toma del poder, sino el acompañamiento y apoyo mutuo entre mujeres que atraviesan procesos de violencia de género (Linder et al., 2016 ). Este carácter horizontal es un elemento característico de la acción colectiva de los Nuevos Movimientos Sociales (Melucci, 1999). Otros aspectos de su identidad se exploran en el siguiente apartado:
…el trabajo con REDNES ha sido totalmente distinto y nuevo en el sentido de que es la denuncia social y un cuestionamiento directo a las instituciones y una presión hacia las instituciones para que atiendan casos que generalmente no atienden… (Lorena, acompañante).
En este testimonio se aprecia la desconfianza de los actores colectivos hacia las instituciones por la impunidad y omisión ante las denuncias. Asimismo, se expresa la disputa, el conflicto por los recursos, que en este caso giran en torno a la atención a las víctimas de violencia de género (Melucci, 1999). Finalmente, destaca que la desconfianza y el conflicto hacia las instituciones se articula a través del acompañamiento a la denunciante. Tal como se relata a continuación:
…nosotras les ofrecíamos el acompañamiento que requirieran…Y en función de lo que tú digas o de lo que la chica diga, le decimos en qué medida le podemos apoyar. “Oye ¿Sabes qué? he ido a denunciar, ya hice esta denuncia, no me pela la institución, me está dando largas; incluso, me está revictimizando y este sujeto sigue impune o incluso me está acosando porque ya se enteró que lo denuncié y quiero ¿Sabes? hacer una denuncia social para por lo menos sentirme más fuerte y evidenciarlo”. Ah, bueno, pues entonces te apoyamos, entonces quizá se hace un escrache… (Silvia, acompañante)
De acuerdo con el testimonio, el acompañamiento que ofrece la REDNES se da por la negligencia e impunidad institucional, no por una postura victimista de las mujeres. A partir de esto se da la acción colectiva del acompañamiento, que da cabida a la denuncia social o escrache. Como se ha señalado, este repertorio de protesta interviene directamente sobre el espacio público del denunciado, lo cual exploro en el próximo apartado.
4.2. Escrache feminista
El escrache es un repertorio de protesta que busca denunciar socialmente a sujetos particulares por violencia de género. De ahí que exista una intervención en el espacio público del afectado ( Bravo, 2010 ; Cominiello, 2004 ), lo cual es realizado por REDNES de la siguiente manera:
Nosotras, en la denuncia social lo que hacemos es señalar al agresor, lo que queremos es que eso se viralice, quien es el agresor. Entonces la intervención del espacio público se enfoca en eso, en dar un señalamiento del agresor y eso va acompañado de una organización en redes sociales también para propagar la denuncia pública, para seguir señalando al agresor (Irene, denunciante).
De acuerdo con el testimonio, la intervención del espacio público sucede en lo físico, utilizando las plataformas de internet para amplificar la denuncia a un público más vasto. Esto es una acción colectiva en red, pues se utilizan las herramientas digitales de manera táctica y estratégica para un objetivo en común ( Toret, 2013 ), que es informar y amplificar la denuncia para un mayor impacto social. La organización de la tecnopolítca es un proceso autogestionado por la REDNES, lo cual se ve profundizado en este testimonio:
Lo podemos viralizar porque somos muchas. Entonces nosotras podemos compartir la información de esa denuncia en algunas páginas feministas y a partir de ahí irlas propagando en diferentes espacios en redes sociales y es la manera en que trabajamos, siendo muchas… (Cecilia, denunciante).
Al respecto de la participación de la REDNES en el espacio digital, se puede apreciar su carácter mediático, o sea, de construcción de significados. Dado que, al compartir información en internet existe la posibilidad de emitir un mensaje, y generar un espacio de reflexión y deliberación entre distintos actores sociales (Castells, 2012). Esto se puede observar en el gráfico donde se aprecia un mapa de diversas comunidades de Facebook (ver Figura 1).
En el mapa (Figura 1), los nodos o páginas están relacionadas de manera bidireccional con la fanpage de la REDNES. La bidireccionalidad indica que son páginas que comparten su información de manera recíproca. En el mapa se distinguen seis comunidades mediáticas, integradas por una extensa red de nodos, estas son: A) Naranja. Es la red central de todo este conjunto, tiene más conexiones con las demás redes; los temas predominantes son espacios culturales y medios de comunicación que se dedican a la difusión de la cultura y las humanidades; B) Morada. Red sobre cultura alternativa, como: cine de arte; C) Verde. Red de medios independientes y con filiaciones de izquierda; D) Azul. Red que aborda temáticas de feminismos, sexualidad y derechos humanos de las mujeres; E) Amarilla. Red de grupos artísticos y proyectos culturales internacionales; y F) Rosa. Red que articula nodos relacionados con la defensa y la promoción de derechos humanos.
En el mapa de páginas, la fanpage de la REDNES se ubicaba en la Red Azul, donde se abordan temas de feminismos, sexualidad y derechos humanos de las mujeres. Esta Red es muy cercana a la Redes Naranja y Verde, o sea, a los temas: espacios culturales, medios de comunicación, medios independientes y filiaciones de izquierda. A partir de estos datos se pueden reconocer el carácter mediático de la colectiva, así como cierta tendencia ideológica y, por supuesto, sus vínculos, desglosados más adelante.
4.3. Reacciones iniciales
Si bien, en el apartado anterior se da cuenta de las características identitarias de la organización, así como la forma de su acción colectiva y su repertorio de protesta, en esta sección interesa conocer cómo, después de una situación de violencia de género, se gestiona esta acción colectiva. Lo anterior, sucede a partir de dos elementos detonadores de movilización; el primero es la sensación de peligro y/o de inseguridad que experimentaron las víctimas. Para contextualizar, es importante resaltar que se trata de una mujer estudiante de posgrado, que denunció ante las autoridades universitarias y civiles, que fue violada por un compañero de la Universidad (Barreto & Flores, 2016).
…defender mi espacio, yo compartía el espacio con el agresor y además con sus amigos que también son agresores. Si yo no denunciaba, el camino que me quedaba era abandonar este espacio académico, porque yo sabía que estaba en peligro, yo sabía que estaba en peligro, ya se había creado un ambiente hostil alrededor de mí, yo estaba en peligro, yo tenía que defender este espacio (Irene, denunciante).
Es imprescindible mencionar que esta sensación de miedo e inseguridad también es compartida por integrantes de la organización que no son denunciantes, sino amigas, compañeras y/o acompañantes de estas. Esto se aprecia en el siguiente relato:
…porque en ese momento…ya corría riesgo… y teníamos miedo de qué podía pasar si nos íbamos suave, y sentíamos que en ese momento teníamos que visibilizar al agresor para que se pusiera un alto… (Marlene, acompañante)
El segundo elemento, que abonó el campo de la movilización es la falta de apoyo institucional que recibieron las víctimas. Tal como se expone en la siguiente narración, donde una estudiante agredida física y sexualmente por otro alumno acude con las autoridades universitarias para que emitan un acta administrativa, en la cual se expusiera que la institución estaba al tanto de estos hechos de violencia; sin embargo, la Universidad no emitió este documento.
…bajo las circunstancias de que la UNAM ya había dicho abiertamente que no puede hacer nada y es más “te doy todo esto [préstamos indeterminado de libros a domicilio] para ti, para que ya no vengas a la facultad”, pues ya era un momento en que agotamos nuestras instancias institucionales…Lo que se pensó fue “vamos a hacer un escrache, vamos a denunciarlo” (Valeria, denunciante).
En el relato se expresa que la Universidad solo ofrece a la alumna que no asista a la escuela, esto la relega al espacio privado, limitando su movilidad; generando con ello descontento. En el siguiente testimonio, también se aprecia la inconformidad que siente una denunciante hacia las instituciones.
Yo llegué a la Red porque había denunciado violencia sexual en la Universidad y bueno yo me enfrenté a todo, a toda la violencia institucional de la Universidad y también la violencia institucional de la Procuraduría. Y bueno, llegué a través de una investigadora del PUEG [Programa Universitario de Estudios de Género], quien me contactó con la Red… me dijo “¡Ah! Tú quieres hacer algo”, me habló de ejemplos de performance que han hecho sobrevivientes, actrices de violencia sexual o algo así y me pasó el correo de las integrantes de la Red (Irene, denunciante).
Como se observa, los vínculos son un elemento clave en la acción colectiva, a partir de ellos se comparten experiencias de luchas y también se va gestionando la acción colectiva.
4.4. Vínculos estratégicos
Los vínculos son parte de la acción colectiva de la REDNES. De ahí que sean autogestionados por la organización, tal como se narra a continuación:
Lo que se pensó fue vamos a hacer un escrache, vamos a denunciarlo…Entonces necesitamos como de mucha gente, que bueno, cada una y por separado empezó a contactar a grupos de activistas, pero la verdad es en ese escrache no solamente participaron grupos de activistas, había de otras feministas… que apenas se estaban formando… (Lorena, denunciante).
Aquí, se puede observar un mecanismo para gestionar vínculos, a partir de la operación “hormiga” se contactan a grupos con experiencia en acciones colectivas y/o personas sin este tipo de experiencia política. Esta articulación, como se narra, resulta fundamental para llevar a cabo el escrache, lo cual se profundiza en este relato:
…son redes estratégicas porque, a veces, otra colectiva u otras feministas tienen otros recursos, otros espacios de incidencia y entonces al unirse, pues se logra mayor impacto y mayor visibilidad porque mientras más nutrida esté, más impacto social, visual tiene… (Silvia, acompañante).
Como se aprecia, los vínculos entre las organizaciones son estratégicos, dado que tienen objetivos y metas, en este caso: conseguir visibilidad e influencia social. No obstante, también existen otras razones para gestionar la articulación entre actores colectivos, tal como se expresa en el siguiente testimonio:
Entonces, es una parte importante articularnos con otras feministas, con otras mujeres, con otras redes y con la propia red de la mujer [denunciante] para que ella se sienta como apoyada por su núcleo más íntimo también, y sepa que ella tiene el derecho a movilizar sus propios recursos, a pedir apoyo a sus seres queridos, a sus seres más allegados cuando está en una situación así. O sea, que tiene derecho a ser acompañada en momentos así, difíciles, y es parte todo de un proceso de sanación (Lorena, acompañante).
De acuerdo con los testimonios, los vínculos tienen objetivos diferentes, algunos son para visibilizar la violencia género, otros para amplificar contenidos y otros más ayudan a crear mecanismos para la restitución de las víctimas. En torno a esto último, llama la atención la articulación con el núcleo cercano de la denunciante para favorecer su sanación, dado que esto le ofrece un apoyo social. La forma de organización entre las integrantes de la REDNES es cercana, comunitaria y familiar, pues estos vínculos no se dan solo entre personas desconocidas con intereses comunes. Así, los vínculos diferenciados de la organización nutren la acción colectiva. Para el análisis más detallado se incorpora el gráfico (Figura 2), donde se observan las relaciones más cercanas, a nivel digital, de la colectiva.
En el mapa (Figura 2) se observa la relación bidireccional de la fanpage de la REDNES con cuatro comunidades, que son: A) Rosa. Red más amplia, conecta a la mayoría de los nodos; sus temas se relacionan con violencia sexual, proyectos culturales, medios de comunicación, derechos humanos y feminismos; B) Roja. Red que articula temas culturales y artísticos nacionales e internacionales enfocados en violencia sexual y feminismo; C) Verde. Red de nodos con temas culturales, activismo de izquierda, sexualidad y contracultura y D) Azul. Red de activismo feminista.
En esta red de nodos y comunidades, la REDNES se ubica en la comunidad azul junto con otros nodos activistas y feministas, que son: Sororidad y empoderamiento para las Mujeres; Diario de una feminista; No estamos solas. Nunca lo estuvimos y La Casa Mandarina A.C. De todos estos nodos es Casa Mandarina, quien tiene más contacto con otras páginas, esta organización es una asociación civil que se dedica a atender de manera psicológica y jurídica a víctimas de violencia sexual.
Con base en la información digital, se aprecia que los vínculos de la organización están en el campo jurídico, psicológico, político, cultural, mediático y feminista. La diversidad de estas áreas da cuenta de los espacios de influencia social y mediática, así como de trabajo y soporte, lo cual también se muestra en el siguiente testimonio:
…por ejemplo, surge un caso que nos llega de alguna chica que sufre una agresión sexual o violencia de género, incluso fuera de la Universidad, vamos a la entrevista… en general como que todas le entrábamos a todo, pero naturalmente hay politólogas, hay psicólogas, hay comunicadoras, hay abogadas y cada una tiene una diferente sensibilidad… (Marlene, acompañante).
Al respecto, se aprecia la diversidad en campos de trabajo al interior de la organización, lo cual evidencia una acción colectiva interdisciplinaria desde diferentes perspectivas analíticas, que al final confluyen en estrategias concretas. A partir de este análisis se reconoce que los vínculos son el elemento clave en la acción colectiva de la organización, porque tejen lazos de solidaridad con la denunciante y entre las integrantes. Asimismo, porque gestan nuevas y creativas formas de trabajo para enfrentar la violencia de género contra las mujeres.
5. Conclusiones
El escrache es un repertorio de protesta, según la aproximación sociológica de Bravo (2010 ) es una acción directa e inesperada, utilizada para denunciar a personas que ejercieron actos graves de violencia y que no han recibido ningún tipo de sanción o juicio institucional. El escrache enuncia la impunidad de un sistema jurídico ante las denuncias ciudadanas por violencia de género hacia las mujeres, lo cual se traduce en la violación del Estado a los derechos humanos de las mujeres (CIDH, 2013).
Este trabajo analizó al escrache como una acción colectiva implementada por una organización feminista y universitaria, que se desarrolla simultáneamente en el espacio físico y digital. Esto con el objetivo de reflexionar sobre las estrategias implementadas por las mujeres víctimas de violencia de género para enfrentar esta situación, ya sea desde su propia denuncia o acompañando. Al respecto, encontré que la estrategia base del escrache son los vínculos internos y externos de la organización, los cuales se desarrollan por diferentes razones: visibilizar la violencia de género; el acompañamiento en una situación tan desdeñable; y construir mecanismos y formas de trabajo desde los diferentes conocimientos y sensibilidades de todas las participantes.
Estos vínculos se tejen de manera simultánea en el espacio físico y digital, lo cual se aprecia en la conexión de diversos actores sociales que están articulados (Figura 1 y Figura 2) por temas e intereses afines. Además, por la implementación de estos vínculos en las protestas, pues de acuerdo con los testimonios, una vastedad de actores organizados viraliza coordinadamente el escrache, que se ha realizado en un espacio físico. Esto con el objetivo de difundir la información, pero también de llevar el escrache al espacio digital, que es un espacio público donde también se encuentra el escracheado.
La apropiación de una nueva dimensión espacial en la protesta es una nueva estrategia de incidencia política que seguirá complejizándose. Derivado de esto, es importante continuar documentando e investigando sobre las estrategias físicas, digitales e híbridas de denuncia utilizadas por las mujeres víctimas de violencia de género, pues este proceso es un referente político de movilización.
Asimismo, estas investigaciones sirven de apoyo para otras mujeres que viven violencia de género, ya que puede ayudarlas a visualizar alternativas para salir de esta situación. En este sentido, es interesante estudiar qué tipo de influencia tiene el escrache en mujeres que han vivido violencia de género, pero que no han realizado ningún tipo de denuncia; diferenciando entre aquellas que son espectadoras digitales y presenciales.
También, es conveniente explorar la influencia e impacto que tiene el escrache frente a otras formas de movilización para enfrentar la violencia de género. Esto con el objetivo de vincular este tema con investigaciones que estudien los efectos que ejercen los movimientos ante las autoridades. La perspectiva, sería si las acciones intervienen en la toma de decisiones y/o en las políticas públicas.
Resumen:
1. Introducción
2. Marco Teórico
2.1. La acción colectiva en los movimientos sociales
2.2. La movilización feminista en internet
2. 3. Repertorios de movilización
2.4. El escrache
3. Marco Metodológico
3.1. Estrategia en medios digitales
3.2. Estrategia etnográfica
4. Análisis de resultados
4.1. Aproximación a la Red No Están Solas
4.2. Escrache feminista
4.3. Reacciones iniciales
4.4. Vínculos estratégicos
5. Conclusiones